Ambos llegan a la fecha final del Grupo E de la Libertadores sin opciones de clasificación a octavos de final, igualados en 3 unidades y con un único objetivo: quedarse con el tercer puesto que les permitirá acceder a la fase final de la Copa Sudamericana. Lo de Zamora (Venezuela) es increíble. Había perdido sus 4 cotejos del grupo, incluso arrastraba 17 derrotas consecutivas en la Libertadores, hasta que venció a Cerro Porteño la fecha pasada y ahora está a solo un empate de mantenerse en carrera en torneos internacionales. Ha complicado a sus rivales ya que ninguno lo venció por más de un gol de diferencia. Y ojo, cuando visitó al Atlético Mineiro los venezolanos comenzaron ganando 0-2 pero en el segundo tiempo les remontarían (3-2). Los brasileños han decepcionado en la Copa y ahora van con todo el peso de su historia y plantel para quedarse con el premio consuelo.
Para Zamora será un reto resistir a los embates de un rival que llegará con más presión y con un ataque fuerte en el que destacan Chará y el experimentado goleador Ricardo Oliveira. Pero los venezolanos han sabido complicar mucho a rivales de jerarquía. Más de 1,5 goles.